Obesidad y enfermedad cardiovascular
Según la Organización Mundial de la Salud, tres millones de personas mueren cada año por los efectos de la contaminación atmosférica, tres veces el millón que mueren cada año en accidentes por carretera. Según relata un estudio publicado en The Lancet, en 2000, la contaminación atmosférica en Francia, Austria y Suiza, es responsable por más de 40 mil muertes al año en esos países. Acerca de la mitad de aquellas muertes pueden ligarse a la contaminación atmosférica de las emisiones de los vehículos.En Estados Unidos, las muertes relacionadas con la contaminación atmosférica se cifran a 70 mil al año, comparado con las más de 40 mil causadas por accidentes de tráfico. La proporción de muertes relacionadas con la contaminación atmosférica es igual a la cifra de muertes por cáncer de mama y de próstata. Esta plaga de la ciudades tanto de los países en desarrollo como de los industriales amenaza la salud de mil millones de personas.
Para reducir accidentes de tráfico, los gobiernos ejercen grandes esfuerzos: imponen multas a los que conduzcan a velocidades peligrosas, detienen a los que circulen bajo la influencia del alcohol, y hasta a veces quitan el permiso de conducir. Por otro lado, prestan poca atención a las muertes causadas por los efectos del mismo hecho de conducir. Mientras las muertes por la enfermedad de corazón y la enfermedad respiratoria, a causa de respirar aire contaminada, carezcan del drama de las muertes por automóvil, con destellar las luces y las sirenas, no dejan de ser reales.
Los contaminantes aéreos incluyen el monóxido de carbón, ozono, el bióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, y las partículas. Estos contaminantes vienen principalmente de la combustión de combustibles de fósil, centrales eléctricas alentadas de carbón y automóviles que usan gasolina. Los óxidos del nitrógeno pueden conducir a la formación de ozono al nivel del suelo. Las partículas se emiten de una variedad de fuentes, principalmente motores de diesel. El "smog", término híbrido inglés que describe la mezcla del humo y de la niebla que cubre algunas ciudades, se compone principalmente de ozono y partículas.
El aire de la mayoría de áreas urbanas, suele contener una mezcla de contaminantes, cada uno de los cuales puede aumentar la vulnerabilidad de un individuó a los efectos de los demás. La exposición al monóxido del carbón impide los reflejos y causa somnolencia, ya que moléculas de monóxido de carbón se atan a la hemoglobina, reduciendo la cantidad de oxígeno que pueden llevar las células rojas de sangre. El bióxido del nitrógeno puede agravar el asma y reducir la función pulmonaria, y hacer que las rutas aéreas se vuelvan más sensibles a los alérgenos. El ozono también provoca inflamación de pulmón y reduce la función pulmonaria y la capacidad de hacer ejercicio

No hay comentarios.:
Publicar un comentario